Artīculo originalmente escrito para la revista «Back to School»
Todos los estudios realizados sobre el tema están de acuerdo en lo mismo: Dormir más y dormir bien están relacionados con el rendimiento académico y con el procesamiento cognitivo general.
Para que nuestros hijos puedan prosperar académicamente necesitan: energía, capacidad para concentrarse, retener información y solucionar problemas creativos. Pero además necesitan controlar sus impulsos, sus emociones y su comportamiento para poder adecuarse a la convivencia social/escolar.
Todas estas habilidades dependen de un sueño saludable. Cuando vemos a un alumno somnoliento durante el día podemos estar seguros de que tendrá problemas para concentrarse y para prestar atención, puede mostrar hiperactividad y mala conducta, todo esto lo llevará a un pobre desempeño escolar.
A veces nosotros los padres no sabemos...